viernes, 11 de octubre de 2013


UNA HABITACIÓN CON VISTAS. E.M Forster

 Publicada en 1908, UNA HABITACION CON VISTAS es una novela que ya había leído y la recomendé para el club. En la puesta en común no hubo unanimidad, entre los miembros de la reunión, en cuanto a los calificativos que yo la atribuyo: deliciosa y entrañable.
El viaje a Florencia de dos inglesas explora las convenciones sociales y se convierte en una metáfora de la conquista de la libertad

La historia comienza cuando la joven Lucy Honeychurch, ejemplarmente británica, y su carabina, Charlotte Bartlett, son alojadas en la pensión Bertolini de Florencia en unos cuartos interiores. Los extravagantes Emerson, padre e hijo, ofrecerán a Lucy y Charlotte sus habitaciones con vistas al río Arno. A partir de esta metáfora de “lo cerrado y lo abierto” genera Edward Morgan Forster una serie de temas en torno al conflicto interior y cambio posterior de Lucy Honeychurch: convenciones sociales y pasión, cultura y naturaleza, autocontrol y espontaneidad.

Perséfone es otro de los símbolos que el autor pone como lucha entre las cadenas  y la libertad. Hay muchas expresiones de Lucy similares a estas:
“No luchéis contra la primavera”
”Las rejas de la libertad le parecían todavía por abrir”
“El mundo está en verdad lleno de cosas bellas, si por lo menos pudiera lanzarme a ellas”
Es también una novela coral. Forster en estas páginas, llenas de ironía y sutil humor, despliega una variada y atractiva galería de personajes y de sugerentes contrastes que hacen de ella una obra inolvidable.
“Una habitación con vistas es también una novela  impresionante por su estética, su modo de dibujar las formas, su estilismo con los perfiles de los personajes, su humor, su capacidad de evocación… pero por encima de todo por su altísima dosis de autocrítica que deja bien a las claras la mentira de las “buenas maneras” y utiliza para ello el enfrentamiento entre dos sociedades opuestas en la época, la Italiana, toda pasión, y la Británica, atrapada en los convencionalismos sociales.
El arte es un elemento clave en el libro. Y no solo la pintura, también la música a la que se atribuye el papel de refugio y expresión de sentimientos.
Y por supuesto está presente el amor:
“Cuan raramente el amor encuentra la respuesta del amor”
“Como si él la hubiera hecho ver la totalidad de cada cosa por primera vez”

                                       BIOGRAFÍA DEL AUTOR

Edward Morgan Forster es un novelista y ensayista inglés
Nació el 1 de enero de 1879 en Londres (Gran Bretaña). Hijo de un arquitecto que murió 18 meses después de su nacimiento. Junto a su madre se trasladó a la localidad rural de Hertfordshire en 1883 en donde vivió gran parte de su infancia.
Cursó estudios en el King's College de la Universidad de Cambridge, donde le eligieron para formar parte de un grupo de debate, 'Los apóstoles', en el que conoció a miembros del que sería el Grupo de Bloomsbury. Pasó algún tiempo en Italia, pero regresó a Inglaterra para dedicarse por entero a escribir.
Su primera novela, Donde los ángeles no se aventuran (1905), se publicó cuando tenía 26 años, después aparece El viaje más largo (1907) y Una habitación con vistas (1908). Su gran obra es La mansión (1910). Publicó dos libros de relatos en vida, El autobús celestial (1914) y El momento eterno (1924). La novela Maurice (1971, escrita entre 1913 y 1914) y La vida futura (1924, libro de cuentos escritos a lo largo de su vida) tratan ambos de la homosexualidad, y no se publicaron hasta después de su muerte.
Estuvo al mando, tras la I Guerra Mundial, del Daily Herald, un periódico del partido laborista, y escribió el libreto para la ópera Billy Bud (1951), del compositor inglés Benjamin Britten, así como un importante libro de crítica literaria, Aspectos de la novela, basado en las clases que dio en la universidad de Cambridge en 1927.
E. M. Forster falleció en el 7 de junio de 1970, en Coventry, Inglaterra.
 
ISABEL

1 comentario:

Gloria dijo...

Me ha encantado la película. Gloria