jueves, 2 de abril de 2015

A los seguidores del blog tengo  que pedir disculpas por  haber estado unos días sin publicar. Una serie de circunstancias adversas han sido la causa. Ya estamos otra vez listos para continuar ofreciendoos las  estupendas aportaciones de los compañeros.

LA SOMBRA DEL CIPRÉS ES ALARGADA….

                                    Miguel Delibes Setién (Valladolid 1920 - 2010)


Ésta, creo al menos, es la tercera lectura de que hago de esta novela…Hay también otras que he releído más de una vez…Me gusta el autor…Me atrae, sobre todo, su Lenguaje…En algún lugar he leído que el de la novela que comentamos es “demasiado literario”, y estoy de acuerdo, pero  aun así, por deslumbrante, te atrapa… aunque mejore con el tiempo y la experiencia, como creo que merece mencionar el de su novela “El Hereje” que yo considero insuperable.
Cuando escribe “La sombra del ciprés es alargada”, Delibes tiene poco más de 20 años…y aunque consigue el Premio Nadal en 1947, y posteriormente obtuvo un gran éxito comercial, en su momento fue objeto de numerosas críticas que el propio autor no solo reconoce merecidas sino que él mismo la califica como de baja calidad…
Con todos los deméritos que puedan encontrarse en el conjunto del texto, yo he descubierto y me merece consideración:                                                                          
1)     La madurez personal del autor para, con su juventud, desarrollar a unos personajes tan completos y definidos: Pedro, el Sr. Lesmes, “el hombre malo”… o Luis Bolea…
2)     La capacidad para presentar los ambientes de la novela: “La casa donde vive”…”La ciudad de Ávila”…”El trabajo de los picapedreros”…o “La monótona vida en un barco”…
3)     El sentimiento que irradia por todo lo que conforma, habita o se mueve en la Naturaleza: “la perra Fanny”…”los destellos de la luna sobre una  Ávila nevada”…”la vida salvaje en los marjales del Amblés”…o “la contemplación mística-psicológica en la arboleda La Castañera que le recomienda su amigo Luis”…
4)     La soledad de la Infancia, y en especial la de Pedro, Alfredo o Martina…La influencia de las directrices educativas en la edad de formación de un adolescente…La aparición del estado de raciocinio y reflexividad y la toma de conciencia del mismo…y todo ello, en una época, la de la novela y la del país - los años de la postguerra española - marcada por el respeto a la autoridad y la “ideología” religiosa…
5)     El sentimiento de soledad y frustración con los que se encuentra el protagonista al descubrir la certeza y los efectos de la muerte de su amigo…y el sentimiento que genera de desarraigo afectivo, mantenido constante y férreamente, por el miedo a volver a vivir el fracaso de la pérdida…
6)     La belleza del Lenguaje, que invita al lector a adentrarse en el texto aun a costa de sufrir con el sufrimiento y la angustia del protagonista…
7)     La diferencia de contenido, de profundidad, de ligereza, que existe entre el primero y el segundo Libro…y aun así, el lector ansía llegar hasta el final e incluso siente no poder realizar una lectura más pausad…
Dice en algún lugar el autor, preguntado por algún entrevistador sobre qué es lo necesario para construir una novela, que él sólo necesita: “Un Hombre. Un Paisaje y Una Pasión”
Ya lo he dicho, sobre todo, me atrae el lenguaje…¿Y a quién no?...”Se intercalaba entre el arrastrar de sus pisadas como un  verso par sin asonante entre la rima melodiosa de los impares. Si, sus andares eran lo mismo que un poema salpicado de versos libres, huérfanos, desorientados entre las parejas enamoradas de las rimas.” ( Segundo Libro - Capítulo XII )

             Pepa Sirvent  - Albacete, 26 de marzo de 2015



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