lunes, 14 de marzo de 2016


EL CONSEJO DE EGIPTO. Leonardo Sciascia

El Consejo de Egipto es la historia de una impostura. Centrada en el  siglo XVIII, siglo de Las Luces y La Razón.

A lo largo de diez años, en la alejada Palermo hasta la que también llegan los aires y las luces de la Razón, un orondo personaje, el abate Vella, va a poner en entredicho los más conservadores y arraigados cimientos de la sociedad siciliana. Para congraciarse con la Sacra Real Majestad de Nápoles, el clérigo, ávido de riquezas, finge traducir un códice de la época de la dominación árabe en Sicilia. Lo que está haciendo, sin embargo, es inventar, con talento de escritor y al final reflejando conocimientos de humanista, El Consejo de Egipto, documento que va a sembrar el terror entre los nobles, al descubrir al mundo que los privilegios de la aristocracia carecen de legitimidad histórica.

Consta de tres partes, la primera la creación del engaño. la segunda, la carta que da legitimidad a la traducción y que es el nexo de unión con  la tercera parte y el desenlace. De una gran dureza, sobre todo para el personaje más noble, el abogado D´Blasi   

Lo descorazonador es que son historias que siempre se repiten, incluso en nuestros días, miedo a perder privilegios, manipulaciones varias y variadas, injusticias siempre presentes y no los que luchan contra ellas, son los premiados. Casi siempre sucede al revés.

Con la anécdota de esta formidable estafa, tejerá una red, que servirá a Leonardo Sciascia para llevar a cabo una irónica y siempre lúcida reflexión sobre la naturaleza y contradicciones de los hombres en la que los lectores como los nobles son guiados hasta las conclusiones que el autor pretende, reflexionar sobre la sociedad, el ser humano y sobre los principales defectos de la humanidad.

Los personajes no les definiría de forma individual, aunque hace un par de descripciones geniales, sino formando parte de un todo, en este caso un lugar y un tiempo. No es fácil de leer, una prosa muy densa y con muchas subordinadas, creando párrafos incluso de   varias páginas con un estilo socarrón y desencantado. No es un libro para entretener, es para leer muchas veces y reflexionar

Leonardo Sciascia es conocido sobre todo por sus novelas policíacas; sin embargo, más que a un género, a Sciacia hay que relacionarlo con un espacio: Sicilia

Unas notas biográficas de nos ayudarán a entender mejor el contenido de sus obras:

◊Estudió magisterio en Caltanissetta (Sicilia) y dedicó parte de su vida a la enseñanza (en Racalmuto entre 1949 y 1957, y en Caltanissetta desde 1957 a 1969). Publicó su primer libro en 1956, Las parroquias de Regalpetra, una narración aparentemente neorrealista, en realidad autobiográfica y ensayística ambientada en un pueblo siciliano, trasunto de Racalmuto. Se jubiló anticipadamente en 1970.

◊ Ejerció el periodismo (Corriere della Sera), lo que simultaneó con la práctica de la literatura y la enseñanza hasta convertirse en uno de los novelistas italianos más importantes del siglo XX. 

◊Simpatizó con el Partido Comunista Italiano del que acabaría apartándose para adoptar una posición independiente que le valdría un amplio reconocimiento y estima, hasta el punto de que escritores, políticos y público en general lo consideraran "conciencia crítica de Italia" por su implacable denuncia de la corrupción política y de la violencia mafiosa.

La estatua que le dedicaron en Racalmuto me ha resultado muy esclarecedora del respeto que sienten por él, para nada está encima de una peana, un hombre, ÉL, andando por la calle, como una persona normal que MIRA a su alrededor y VE lo que hay.

 Su vasta obra siempre sigue una línea:

●Sicilia y los sicilianos están presentes en la mayoría de sus obras, traducidas a numerosos idiomas. ""Odiodetesto a Sicilia en la misma medida en que la amo"

● A lo largo de las más de treinta obras que dejó publicadas, Sciascia legó su interpretación del mundo y de los grandes interrogantes de la humanidad a través de su "sicilianidad". 

● Fue un gran conocedor de España, que está presente en varios de sus libros y en especial en Horas de España, y leyó especialmente a Cervantes y a José Ortega y Gasset. Decía de El Quijote, "que debía leerse como mínimo dos veces".

Otras obras de Sciacia : Muerte del inquisidor; Puertas abiertas; Actas relativas a la muerte de Raymod Roussel; Una historia sencilla

AURORA FERNÁNDEZ-RIUS



1 comentario:

Isabel dijo...

Gracias, Aurora, por el esfuerzo de síntesis de esta obra que para mi no es fácil. Leeré otras obras de Sciacia, Isabel