sábado, 10 de febrero de 2018



LA HISTORIA DE MI GENTE.  Edoardo Nesi.

En la puesta en común de este libro surgieron vivencias personales que, sin duda, nos llegaron a todos/as desde realidades muy distintas.

No lo sabría encajar en un género literario concreto. Podría, a partes iguales, dentro de su autenticidad, ser un relato autobiográfico, junto a una denuncia política y social en forma de novela.

Hasta el segundo o tercer capítulo  "La historia de mi gente" no parece entrar en lo que nos quiere contar. Nos empieza hablando de sus años de juventud, de sus experiencias de aquella época, lo que me llevó a un recuerdo nostálgico (que creo que lo es) de la entrada en la vida adulta de un joven, con sus canciones, sus películas, sus libros, sus emociones, en definitiva sus sentimientos. El protagonista pertenece a una clase social  pudiente, de empresarios textiles bien asentados en la cúpula del tejido social.

Y he empleado el "parece" porque hasta que no han transcurrido un buen número de páginas no nos lleva al meollo de la cuestión, que es ni más, ni menos que, ITALIA. 

La Italia de hoy, la de la globalización, la resultante de las recetas de los gobiernos y economistas llamados liberales. Una Italia distinta a la que él conocía, más humana y cuya destrucción nos muestra con enorme pesar y con escándalo. 

Para mostrarnos esta realidad se centra en PRATO, su ciudad natal, dónde tradicionalmente ha florecido la industria textil basada en fábricas pequeñas pero eficaces, con productos mimados y de gran calidad, capaces de dar dinero y empleo; de sostener una vida dónde el trabajo no excluye a la cultura , las tradiciones, ni tampoco el aparente derroche que significa vivir con cierta holgura y seguridad. Constata que se ha roto el camino por el que se transitaba y se está asistiendo a la progresiva extinción  del sistema económico más civilizado conocido y su reemplazo por un modelo cuyo principal objetivo es la rentabilidad más elevada, sin reparar en costes humanos.

Empieza con una Italia tan normal, que no me parece la Italia que desde lejos, con clichés incluidos, creemos conocer. No hay que esperar mucho para que se venga abajo y lleguemos al presente. A una Prato nueva, dónde la industria de calidad, ha tenido que cerrar, la globalización ha sido en realidad una invasión de imperios económicos que han arruinado a los viejos fabricantes y a los que tenían oficio, a los que tanto han hecho y cuidado para que la moda italiana ocupara un papel estelar en el mundo y a los que han puesto contra las cuerdas obligándoles a aceptar condiciones imposibles que terminaron con el despido de los trabajadores y el cierre de las fábricas.

El capítulo titulado, "El sistema Italia", es demoledor. Anuncia esa Italia del presente - ¿solo Italia? - que perdió los puntos de apoyo y que vive ahora sobre un vacío sin soporte y sin porvenir. Y no menos estremecedor es "La pesadilla" dónde hipotéticamente nos narra lo que una situación desesperada puede hacer con la mente de cualquier ser humano.

Nos va conduciendo, de menos a más. de plácido y nostálgico a indignado, de puramente literario a militante encendido a medida que muestra la decadencia de su país. 

¿Y quiénes son los culpables de esta catástrofe? Ahí Nesi, me parece duro y prudente a la vez.
La culpa está en todas partes, pero quienes debieron alertar del desastre, los mejor preparados (supuestamente): los políticos, los expertos, que disponían de información y conocimientos, quienes han tenido la responsabilidad de mirar al futuro y tomar las medidas adecuadas y a ser posible acertadas , quienes tenían a obligación de negociar , en este caso en nombre de Italia, como servidores públicos, que eran y son , se quedaron a verlas venir y generaron un discurso confiado y optimista con el que engañaron  a la población  y adormecieron al país entero. ¿Solo un país?

Con un lenguaje claro y preciso tiene párrafos de gran belleza, en sí mismos un poema:.

“Quien nunca ha entrado en una tejeduría en funcionamiento
no se imagina el estruendo . El ruido de
una tejeduría es algo denso, casi sólido. Es una ola que
te arrolla, un viento que te encorva. El ruido de una 
tejeduría te hace entornar los ojos y sonreír , como al 
correr bajo una nevada. El ruido de una tejeduría te
lleva  contener la respiración, igual que los recién 
nacidos cuando les soplas en la cara. El ruido de una
tejeduría es continúo e inhumano, hecho de mil sonidos
metálicos superpuestos y sin embargo a veces
parece una carcajada. El ruido de una tejeduría…”

En cuanto al título "Historia de mi gente" vamos viendo como "su gente" se va ampliando como círculos concéntricos muy bien descritos por él mismo, siendo el protagonista destacado de su propia historia, nieto e hijo de fabricantes, director de su empresa, a la vez que escritor por vocación, vivió en primera persona lo que nos cuenta y disecciona desde esa experiencia, personal y familiar, tanto sus carencias como sus virtudes. con un final que deja abierto a la esperanza.

"Los saludo con la mano, les digo ‘hola´ y pienso 
que soy demasiado frío, que siempre lo soy con estas personas
 que siempre me han caído y me caen bien.
¿Por qué? " 

Me alejo de sopetón, como si quemara, rehén de súbitos
recuerdos que no creía que pudieran dolerme tanto, y me detengo
para iniciar la protesta que nace del vientre del gran camión 
y empieza a extenderse por la plaza. me pregunto qué se siente 
al llevar esa bandera infinita. Es una parte de la vida que no
comprendo y en la que jamás logré entrar: la comunitaria, en la que 
se participa con los demás en las cosas y no se teme dejar a un lado 
las diferencias y compartir las emociones, algunas opiniones, los sentimientos.
No sé si me decidiré yo también. No creo.

Se produce una desviación en el avance de los manifestantes
y de pronto la pancarta viene hacia mí, como si se presentara, 
como si se ofreciera. Doy unos pasos vacilantes y la cojo fuerte e inmediatamente siento la fuerza tremenda de cientos de personas que empujan en la misma dirección y debo empezar a andar con ellos o me la arrancaran de las manos. 

Hoy sin embargo, quiero seguir caminando junto a los míos.
No sé muy bien dónde vamos, pero desde luego no estamos parados”

Biografía del autor.

Edoardo Nesi nació en Prato, en la Toscana, el 9 de noviembre de 1964. Durante quince años codirigió con su padre y su primo la empresa textil que fundaron sus abuelos, compaginando su actividad empresarial con la escritura. 

Además de Una vida sin ayer, ha publicado siete novelas. La primera de ellas, Fughe da fermo, apareció en 1995 y fue llevada al cine, dirigida por él mismo. L’età dell’oro (2004) fue ganadora del Premio Bruno Cavallini y finalista del Premio Strega, galardón que obtuvo con La historia de mi gente (Salamandra, 2011). 

Asimismo, Edoardo Nesi es guionista, director y traductor. Ha traducido al italiano La broma infinita, de David Foster Wallace, así como ensayos y novelas de autores como Bruce Chatwin, Malcolm Lowry, Stephen King o Quentin Tarantino.
 

AURORA FERNÁNDEZ -RIUS

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